Las noticias falsas y los bulos se difunden por Internet con la intención de desinformar, engañar y manipular a las personas.
A veces, es difícil reconocer este tipo de información, y sin querer, podemos contribuir a su propagación. En este blog, te enseñaré a identificar noticias falsas, los diferentes tipos que existen, sus consecuencias y cómo reportarlas.
¿Alguna vez has leído una noticia o mensaje que te ha hecho dudar de su veracidad? Tal vez pensaste que no podía ser real o que era algo muy improbable. También es posible que hayas creído una información de Internet y luego descubrieras que era falsa. Esto es exactamente lo que ocurre con las fake news: se propagan rápidamente por Internet, redes sociales y aplicaciones de mensajería instantánea, buscando desinformar, engañar y manipular a las personas.
Hoy vamos a tratar principalmente sobre el peligro de las noticias falsas, conocidas como fake news, y cómo afectan la cohesión de nuestras sociedades:
- Las Fake news en la actualidad
- Fake news y la toma de decisiones
- La polarización de la opinión pública
- Pensamiento crítico ante las fake news
No todas las noticias falsas son completamente inventadas. Muchas veces, contienen elementos reales presentados de manera engañosa. En el caso de los vídeos, existen los deepfakes, creados para hacer creer a las personas espectadoras que alguien dijo o hizo algo que nunca ocurrió.
Las Fake News en la actualidad
Las noticias falsas pueden tener varios efectos negativos: promueven información incorrecta que confunde a las personas, pueden llevar a las personas usuarias a hacer clic en enlaces maliciosos o descargar archivos que infectan sus dispositivos, difunden información falsa sobre enfermedades y tratamientos, y afectan negativamente a la imagen de empresas, personas o instituciones.
Para saber si una noticia es verdadera o falsa, sigue estos pasos: consulta varias fuentes confiables, asegúrate de que proviene de un sitio legítimo, lee toda la noticia y no te quedes solo con el titular, fíjate en el formato ya que las noticias falsas a menudo tienen errores gramaticales y de formato, investiga a las personas mencionadas para comprobar si son reales y creíbles, usa herramientas de verificación que pueden ayudarte a confirmar la veracidad de la información y aplica el sentido común siendo crítico y cuestionando lo que lees.
Para reconocer deepfakes, que son vídeos manipulados, fíjate en incongruencias en el audio y la imagen, desconfía de títulos alarmistas y busca anomalías faciales como movimientos extraños o desincronizados. Si encuentras contenido falso, denúncialo de manera responsable y siempre con pruebas. Te orientamos sobre cómo hacerlo correctamente.
Las redes sociales han cambiado cómo consumimos y difundimos noticias. Antes, los medios de comunicación tradicionales eran la principal fuente de información.
Ahora, plataformas como X (antes conocido como Twitter) y Facebook permiten a las personas usuarias acceder y compartir noticias fácilmente, creando “cámaras de eco” donde las personas solo ven información que refuerza sus creencias.
Un estudio del MIT mostró que las noticias falsas en Twitter se retuitean un 70% más que las verdaderas, y las noticias políticas falsas se difunden el doble de rápido que las veraces.
Esto se debe en parte a los bots que difunden contenido, aunque las personas son las principales responsables de la propagación de fake news.
Este estudio analizó 126,000 artículos tuiteados por tres millones de personas en 10 años, revelando el impacto de las noticias falsas en la opinión pública y cómo pueden influir en la toma de decisiones de los ciudadanos.
Las redes sociales permiten a las personas crear y compartir contenido fácilmente, pero también facilitan la difusión de desinformación. Las “cámaras de eco” son grupos donde las personas solo ven información que respalda sus opiniones, lo que refuerza sus creencias y dificulta el cambio de opinión.
Según el investigador Takis Metaxas, las personas prefieren creer lo que ya creen, evitando la información que contradice sus ideas debido al esfuerzo mental que implica cambiar de opinión.
Fake news y la toma de decisiones
Disponer de un pensamiento crítico e independiente es muy importante a la hora de tomar decisiones de forma libre.
Las fake news, por su naturaleza, contenido y objetivo que persiguen, impiden la construcción de un juicio racional y bien formado. Al no disponer de base fáctica, distorsionar la realidad y desprestigiar aquellas informaciones contrarias a estas noticias falsas, condicionan de forma negativa la toma de decisiones de los individuos que consumen este tipo de contenidos.
La base de pensamiento de la ciudadanía se puede ver afectada por la proliferación de estas noticias falsas.
Debido a que no cuentan con toda la información a la hora de formar un juicio propio, la calidad del resultado de sus acciones no será la misma que si tuviesen total conocimiento del tema en cuestión.
Una persona no es libre a la hora de decidir si la lógica que sigue cuando actúa se rige por informaciones o conocimientos falsos, que son propagados por las fake news. El auge de las noticias falsas ha supuesto, por lo tanto, un golpe a la calidad de la democracia, debido a la influencia de éstas en los procesos de elección de los/as candidatos/as y la desinformación que imprimen en la opinión pública respecto a los asuntos públicos.
Una opinión pública bien formada, que disfrute de un pensamiento crítico y libre, es beneficiosa para la democracia, ya que dispondrá de una gran variedad de puntos de vista con respecto a los temas a debate en las políticas públicas, de forma que será difícilmente manipulable y maleable. Este grupo se moverá más por argumentos racionales que sentimentales.
Por el contrario, una opinión pública desinformada, cuya lógica se base en informaciones falsas y de fuente desconocida, tenderá a ser manejable por quienes dominen una retórica sentimental.
La calidad de la información que maneja la opinión pública repercutirá en la capacidad de la misma de formar un pensamiento crítico y libre. Las fake news se oponen a este principio, al primar los contenidos sensacionalistas sobre las noticias contrastadas y racionales.
La polarización de la opinión pública
La polarización de la opinión pública es otra de las consecuencias de la proliferación de las noticias falsas, unida a la tendencia de las redes sociales en segmentar las noticias atendiendo a criterios de filiación de sus personas usuarias.
En las cámaras de eco, plataformas como Facebook crean comunidades con opiniones muy marcadas, donde se rechaza información contraria. Estas comunidades comparten contenido que refuerza su ideología y censuran lo que la contradice.
Las noticias falsas prosperan en estos entornos, reforzando opiniones y atacando a quienes piensan diferente. Esto polariza aún más a la sociedad, creando extremos opuestos y dejando fuera las posturas intermedias. La polarización castiga las opiniones racionales y enriquece el debate público con extremismos.
La desinformación también invisibiliza problemas sociales reales, afectando especialmente a las personas en situación de vulnerabilidad.
Según María José Rubio, esta desinformación desvía la atención de las urgencias sociales hacia temas políticos, lo que afecta la toma de decisiones. Ingrid Bachmann señala que estos grupos no siempre tienen las herramientas para verificar datos, como una buena conexión a internet o la habilidad para interpretar información. Esto les hace más vulnerables a la desinformación, ya que sus redes de información son limitadas y están menos involucrados en decisiones que les afectan directamente. La desinformación oculta sus necesidades urgentes y empeora su situación.
Pensamiento crítico ante las fake news
Fomentar el pensamiento crítico es básico para resistir la manipulación. Por ejemplo, gracias a YouTube, cada vez más personas creen que la Tierra es plana y en eventos como las elecciones de EE.UU. o el Brexit, se usaron bulos y noticias falsas para influir en los resultados.
Por eso, instituciones como el MIT investigan con Inteligencia Artificial para detectar y bloquear estas noticias. Las redes sociales como Google, Facebook y Twitter se han convertido en incubadoras de noticias inventadas para manipular nuestra opinión y, finalmente, ganar dinero.
La falta de privacidad, la escasa regulación digital y las herramientas de segmentación de estas plataformas permiten a ciber delincuentes y empresas diseñar campañas de fake news para manipular el pensamiento de la ciudadanía.
Cuanta más información tienen sobre nuestro entorno, más fácil es manipularnos, pues pueden personalizar las noticias que nos llegan, reforzando nuestras creencias. Es crucial no creer todo lo que coincide con nuestra ideología y evitar compartir información cuya veracidad no podamos confirmar.
Gobiernos y tecnólogos están preocupados por estas ciber amenazas, por lo que fomentar el pensamiento crítico en la juventud es vital para combatir la manipulación. Programas como Segureskola en centros escolares y talleres online para familias trabajan en privacidad, reflexión y detección de bulos:
Las fake news han aumentado un 365% en el último año. Según un estudio de Simple Lógica y la Universidad Complutense de Madrid, ocho de cada diez españoles no distinguen una noticia real de una falsa.
Para detectar noticias falsas, duda de títulos llamativos, verifica la URL, investiga la fuente, presta atención al formato y a las fotos, comprueba las fechas y contrasta la información con otras fuentes fiables.
Se debe aprender desde jóvenes a reflexionar acerca de la información que consumimos, especialmente en los medios digitales. y compartir solo las que se sabe a ciencia cierta que son reales.
¡Educar en un pensamiento crítico en Internet es responsabilidad de todos/as! Prepárate como docente online a través de nuestro curso de experta/o en Formación Elearning: Acreditación Docente en Teleformación (Tutor/a – Formador/a Online).
A través de formación actual enfocada a las nuevas formas de ejercer la docencia, obtienes las competencias clave para enfrentarse al peligro de las fake news.
Estos peligros radican en la desinformación y en su capacidad para dividir y polarizar a las sociedades. Aquí es donde la docencia juega un papel fundamental. Los y las educadores/as no solo deben impartir conocimientos, sino también enseñar a los y las estudiantes a pensar críticamente, verificar fuentes y desarrollar un sano escepticismo frente a la información que consumen.
En un mundo donde la información falsa se propaga tan rápidamente, la educación se convierte en nuestra mejor defensa para mantener la unión y buena información.